Feliz 2012.

Otro año más que se va. 365 días en los que creces, aprendes, ganas, y te equivocas.
Experiencias. Que te hacen crecer como persona, darte cuenta de que existen otros puntos de vista más allá de los tuyos. Que no eres perfecta, ya que tienes infinidad de defectos. Pero que día tras día tienes más ganas de corregir.
Durante este año, cada paso en falso, cada equivocación, cada fracaso, no son más que pequeños hechos que te han hecho madurar. Querer ser mejor y mejor.
También ha estado repleto de cosas buenas. Cosas que te han hecho sonreír, y disfrutar hasta que ha vuelto a salir el sol.  Personas maravillosas que han estado contigo. Y también personas a las que has hecho daño.
Han habido riñas, discusiones. Has dejado que gente salga de tu vida y que otros entren. Has vuelto a tropezar con la misma piedra. 
Te has esforzado por conseguir todo lo que has querido. Has hecho millones de cosas de las que te arrepientes. Has estado en ciudades impresionantes en la que creías que no estarías de momento. Has conocido gente de otros lugares y desde entonces los llevas para siempre en el corazón.
Has disfrutado al máximo de todo lo que más te gusta. Te has refugiado en la música cuando tenías algo de lo que huir. Has aprendido que llorar no es ninguna debilidad, y que no todos los valientes lo son en verdad.
Has aprendido a diferenciar quien te quiere y quien no. Quien vale la pena y quien no. Has decepcionado y te han decepcionado a ti. 
Has hecho de este año un año especial, lleno me momentos que jamás piensas olvidar, y de personas que tampoco.
Y esperas hacer de este año que viene, uno mucho mejor.
Adiós 2011. Feliz año.

Just the way you are.

No hay nada más que decir.

Piénsalo.

¿Qué hay en tu mente?
Me imagino tantísimas respuestas que me pierdo entre lo real o no real. También en lo que quiero que sea verdad y lo que no. Mis pensamientos varían uniformemente entre tú y yo. Entre lo que somos y lo que podríamos ser.
Adivino algunas de las cosas en las que piensas solo con mirarte. Fútbol, como todos. En lo que te gusta la fiesta. También piensas en videojuegos. Sé perfectamente cuando te tomas algo en serio y cuando no. Lo cierto es que en la mayoría de las situaciones eres como un libro abierto esperando a ser leído.
Pero lo que realmente me gustaría saber es lo que piensas cuando estás cerca mío. Aunque eso casi nunca ocurra, en mis sueños pasa bastante y actúas igual que como solías hacerlo antes. A veces me sorprenden las malas pasadas que nos juega nuestro propio subconsciente. ¿Te pasa a ti también?
Creo que la pregunta correcta sería: ¿Estoy alguna vez en tu mente? En algún momento, por pequeño y minúsculo que sea, ¿piensas en mí? En cuando solo estábamos tú y yo, cuando había un nosotros y no una distancia como la de hoy.
¿Piensas en cómo era estar juntos? Tener una mano a mi alrededor y hablar de cosas triviales hasta ver el amanecer en el cielo. Ver el sol reemplazar a las estrellas.

Querer algo que no se puede tener.

Es una de las cosas que más hacemos los humanos, y es posiblemente de las que más duelen. Y no, no me refiero a hechos materiales, puesto que no poseer un bien material es algo que a la larga, superamos. 

Pero la carencia de alguien sí que duele, y desgraciadamente mucho. E incluso duele más tener a esa persona pero no de la forma que quieres.

Típico tema tuoché explotado del que todos hablan. Que te guste tu mejor amigo. Todos dicen lo mismo. Hablan del no poder soportar cuando te habla de la persona que quiere. Sentirte fatal cuando él llora por desamor. 

Pero hablan todos los que menos saben. Hablan y lo único que saben hacer es escupir mentiras. Y lo peor es que al final ellos mismos se las creen. De verdad se creen que saben lo que es sufrir. Y es que sufrir es algo tan relativo cuando es entorno a las emociones...

Que una persona que a los dos días de estar con alguien ponga algo tan fuerte como Te amo en su estado, diga que no puede sufrir más, es tan hipócrita como el que está en contra de la violencia y tira la primera piedra.