24 de marzo de 2011.

Hoy ha sido un día realmente aburrido. Aunque claro, no siempre heces exámenes como el de hoy, ni siempre juras cosas como las de hoy. ¿Qué importancia le das tu al jurar? ¿Crees que se necesita sangre para hacer de unas palabras una pura verdad? Realmente yo pienso que no. Yo misma conozco las consecuencias que lleva a cabo prometer algo. Normalmente sudo de jurar, no lo cumplo, me olvido de ello. Pero cuando se lo prometes a gente como ellas, realmente merece la pena cumplir tus palabras.

Es duro aceptar el fin cuando quieres a alguien.

Porque, se supone que todo tiene un principio y un fin, que toda historia tiene su final. Entonces creo que tú y yo tambien tenemos fecha de caducidad.. Aunque, al menos yo, no quiero que llegue. Me gusta demasiado despertarme cada mañana a tu lado, que me acaricies la espalda cuando no puedo dormir, que me traigas el desayuno a la cama. Que cuando no puedo más, me quites los tacones y me lleves en tu espalda. No quiero que terminen esas tardes sin fin, sean donde sean, pero con tu mano en mi cadera. En conclusión, tú me gustas demasiado.
Solo espero que si dejaramos de estar juntos, tú tambien echaras de menos cada uno de estos momentos a mi lado..
PD: Te quiero.

Sentir.

Hay cuerdas en el corazón humano que sería mejor no hacerlas vibrar, de Charles Dickens. 
Si sufrir es lo que quieres, adelante, hazlas vibrar. Te sentiras realmente humano.

Tan perdidos en esos momentos.

Ahora estáis cara a cara
escupiendo veneno en vuestras palabras.

Por eso dicen que lo mejor es ir por vuestros propios caminos,

supongo que ellos no os conocen, porque hoy fue ayer,

el ayer se terminó, es un día diferente.

Suena como un maldito disco rayado sonando una y otra vez.

Porque aunque desde fuera, una pareja parezca destruida, al borde de una ruptura. Parezca enfermiza, ida. Insana, perdida, mil y una cosas más negativas, no debéis juzgar. Porque para estar así, hay que quererse de una manera desconocida para ti.

My favourite Song.

It happens all the time, a melody in my head make me wanna say: let the time pass, we can let the beat rock. Now, now the DJ gonna play my favourite song.

Pasa todo el tiempo, una melodía en mi cabeza que me hace querer decir: deja que el tiempo pase, podemos dejar que suene el rock. Ahora, ahora el DJ va a tocar mi canción favorita.

Remember Me.

Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene, de Baltasar Gracián. Debo ser la persona más buena del mundo, porque te tengo a ti. Y sin duda, eres de lo mejor que hay. Eres esa con la que llorar, pero de alegría, porque a tu lado todo es tontería, pocas cosas me importan, tú me haces despreocuparme, ser feliz, y tal vez ver la vida de una de las mejores formas que hay.
El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el valor que tiene, de Sócrates. Entonces no hay duda Gordi, tú eres ese dinero que nunca, nunca de los jamases, aún matándome a ahorrar y trabajar, podría conseguir.
Esta amistad no es nada pasajero, de ninguna forma. Es algo que se ha ido construyendo poco a poco, con momentos, con sonrisas, con lágrimas, con piques, con vicios, con confesiones, con reflexiones, conclusiones no deseadas, parodias, paridas, momentos en los que la imaginación ha volado, y ninguna de las dos ha querido pararla.
Eres parte de mi vida, y no vas a dejarlo de ser nunca, porque tenemos un gran futuro juntas, recuerdalo siempre. Recuérdame a mí.

Silencios Rotos.

El resto es silencio, de William Shakespeare. ¿A que se refiere? Silencio, me gusta. Silencio, asusta.
Si somos tú y yo, ¿el resto? Silencio. Un beso, una caricia, ganas, ansias, un tropezón, un insulto por lo bajo. Se ha roto el silencio. Otro beso, este más largo. Nada de tropezar, hemos pillado el truco. Demasiado calor, la ropa va desapareciendo, pero, mierda, me has vuelto a morder. Una maldición, otro silencio roto. Seguimos hasta llegar lejos, mucho más lejos. Pero el silencio vuelve a ser interrumpido, gemidos bajos, respiraciones agitadas. Tantos silencios rotos, no merece la pena entropear estos momentos.
Pero espera, déjame romper un último silencio: te quiero. Creo que este ha sido sincero.

Yo soy una variable enloquecida de tu vida.

No soy algo que puedas elegir, ni algo que sepas cuando va a venir. Impredecible, el amor llega a tu vida en forma de la persona que menos te lo esperas, en el momento menos indicado. Mentiría si dijera que no he querido, mentiría si dijera que he amado. Pero creo en el destino, y él me puso en tu camino. 

No soy la llave con la que puedas abrir ninguna puerta, ni la solución a todos tus problemas, ni siquiera soy alguien de promesas. Pero hoy por hoy, por ti estoy medio ida, y lo que sí soy, es una variable enloquecida de tu vida.

Mi final feliz.

Tienes a tus malditos amigos, sé lo que dicen. Te dicen que soy dificil, pero así son ellos. No me conocen, incluso, ¿te conocen a ti? Todas las cosas que escondes de mí, toda la mierda que haces.
Es bueno saber que estuviste ahí, gracias por actuar como si te importara y por hacerme sentir como si fuera la única. Es bueno saber que lo tuvimos todo. Gracias por ver como caía y por dejarme saber que habíamos terminado.