martes, 18 de octubre de 2011

Solo contigo.



Por la mañana me despiertas, un rayo de sol golpea mi cara, con el maquillaje corrido, estamos en la estela de la destrucción. "Silencio nena, habla con suavidad". Dime que lamentaré haberte empujado contra la mesa de café anoche para poder apartarme de ti. ¡Trata de tocarme para que así pueda gritarte que no me toques! "Sal corriendo de la habitación y te seguiré como un perrito perdido". Sin ti no soy nada, estoy tan perdida, abrázame. "Dime lo feo que soy pero que siempre me querrás".
Entonces después de eso me empujaste, como consecuencia del camino destructivo en el que estamos, dos psicópatas pero nosotros. Sabemos que no importa cuantos cuchillos nos clavemos el uno al otro en la espalda. Porque siempre nos protegemos la espalda el uno al otro, porque somos tan afortunados de estar juntos... "Nosotros movemos montañas, pero no hagas una montaña de un grano de arena". Me golpeaste dos veces, sí, ¿pero quién las cuenta? Puede que tenga que golpearte tres veces, estoy empezando a perder la cuenta. Pero viviremos juntos para siempre, encontraremos la fuente de la juventud. "Nuestro amor es una locura", estamos chalados, pero me niego a recibir ayuda psicológica. "Esta casa es demasiado enorme, si te mudas quemaré los dos mil pies cuadrados de suelo y no hay nada que puedas hacer al respecto"
Contigo estoy jodidamente bien, pero sin ti pierdo la cabeza. 

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